El otro día me encontré con una amiga y estuvimos un rato hablando.
No sé muy bien cómo salió el tema, pero le conté que en el cole de mi hija hay un padre muy guapo (hasta mi marido lo llama “el padre guapo”). Y entonces mi amiga, fiel lectora de todos mis correos, me dijo: ¿Ese es el del ama de casa infiel?
A lo que le respondí: Noooooo, que va… Si ese es un coco. El marido está bastante bien, pero le pone los cuernos con uno que es feo como un troll.
Nos reímos un rato más y nos despedimos.
Al llegar a casa, una clienta me llamó para contarme que uno de sus clientes se había ido con la competencia. Automáticamente me vino a la mente la conversación anterior, y un poco en broma le dije: No me digas más. Tu competencia es más fea que tú, ¿a que sí?.
Ella, muerta de risa, me dijo que no sabía cómo de guapos eran su competencia. Pero que son, de sobra, mucho más caros.
Entonces, ¿cómo puede ser que siendo más caros (y presumiblemente más feos) sean capaces de levantarte un cliente?
Pues, querida. La respuesta es sencilla: Son más profesionales que tú.
Y es que vamos por el mundo destilando sonrisas y alegría para resultar majas y cordiales, ajustamos los precios hasta el límite, respondemos a horas intempestivas cuando un buen cliente nos reclama en plena crisis y, en muchos casos, damos más de lo que cobramos…
Y, aún así, se van.
Se van porque no valoran lo que tienen.
Se van porque tú no valoras lo que das.
Estás haciendo un mal planteamiento, lo sé porque yo lo he hecho. Piensas que la gente te contrata porque eres maja y simpática, pero lo que la gente de verdad busca es profesionalidad.
El verdadero problema es que, cuando alguien te contrata por simpatía, no te paga lo que vale tu profesionalidad porque todo lo demás la empaña.
Y cuando tengas que cerrar porque tu negocio no es rentable, a esa gente les vas a doler lo justo. Si me apuras, les va a joder más quedarse sin alguien maja, disponible y barata, que lo que implique para ti cerrar tu negocio… Eso les va a dar igual.
Los buenos clientes buscan buenos proveedores. No proveedores majos, no proveedores guapos. Buscan proveedores seriops.